¿Qué son los microsueños? ¿Son peligrosos?

Un microsueño está caracterizado por durar tan solo unos segundos en los que el cerebro parece “desconectar”, y nosotros caemos dormidos. Es tan corto que no nos damos apenas cuenta (tan solo parece que de repente nos desenfocamos), pero es tan real que el cerebro desconecta de todo estímulo exterior. Es algo bastante normal que nos puede suceder cuando estamos muy cansados, y es peligroso si nos sucede mientras conducimos.
Los microsueños tienen bastante de misterio, porque no es fácil de estudiar el cerebro cuando se toma descansos tan fugaces. Por otro lado, seguro que muchas personas pueden decir que han sufrido microsueños, sobre todo bien entrada la noche, mientras vemos la televisión relajados en el sofá. Podemos notar esa relajación previa a quedarnos dormidos, pero sin ser conscientes de ello. Solo nos damos cuenta cuando observamos que la escena de la película es otra muy diferente, o directamente vemos los títulos de crédito.

En el laboratorio se ha podido estudiar el cerebro cuando un sujeto se enfrenta a un cansancio importante. Normalmente se puede reproducir el microsueño si se priva a los voluntarios de sueño durante bastantes horas. En Singapur dejaron sin dormir durante 22 horas a los voluntarios antes de comenzar las pruebas.

Pasado ese tiempo, lo sujetos pasaron a una máquina para obtener “imagen por resonancia magnética funcional”, a oscuras, con la consigna de mantener los ojos abiertos. Eso no es nada fácil cuando uno tiene sueño y está tendido a oscuras, así que al cerrar los ojos se escuchaba una locución que decía “Por favor, mantenga los ojos abiertos“, de forma que cada vez estarían más cansados y serían propensos a un microsueño.

Como es realmente inevitable no cerrar los ojos, los investigadores escanearon el cerebro de los voluntarios cada vez que sucedía, para compararlos más tarde con el escáner cerebral de personas perfectamente descansadas. Los resultados se publicarían en la revista NeuroImage, y los resultados fueron bastante curiosos: actividad reducida en el tálamo (la parte del cerebro que regula el sueño), pero una actividad mayor en las partes del cerebro asociadas a la atención y al procesamiento sensorial.

Es decir, parecía que el cerebro estuviese luchando por mantenerse despierto, pero a la vez se desconectase por momentos para tratar de descansar “poco a poco”.

Los microsueños en la carretera

No es solo la falta de sueño lo que puede provocar microsueños: es la falta de un descanso correcto y suficiente. Dormir seis horas por sistema puede ser suficiente para unas personas e insuficiente para otras, ya que cada cual tiene sus ritmos. Una persona que haya descansado correctamente de manera natural, a diario, es una persona que no experimentará microsueños (al menos, no es lo normal).

Un descanso insuficiente nos hace vulnerables a ellos, y si los experimentamos al volante tendremos un riesgo enorme de sufrir una colisión. De hecho, en los EE.UU. se estiman en 1.500 los fallecimientos provocados por falta de descanso, cada año. Si experimentamos un microsueño al volante estaremos sin control durante el tiempo (y el espacio correspondiente) que dure, y lo más probable es que nos salgamos del carril, y potencialmente de la vía. Es muy peligroso.

Por ello, la recomendación es la de siempre: hemos de descansar lo suficiente y no robarle horas al sueño para otras tareas. En caso de estar perfectamente descansado y experimentar microsueños, debemos acudir a un especialista.

Vanessa Velez

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