Alguna vez te has preguntado ¿qué debo hacer si tengo un accidente de tránsito? Si no sabes cuál es la respuesta, aquí te brindamos siete recomendaciones para que las tengas en cuenta:
-
Asegúrate primero que estás bien de salud y que estás en capacidad de moverte. Verifica luego la salud de los demás implicados en el accidente (tanto de tu vehículo como del otro). Si hay heridos graves, no los muevas, espera la atención médica adecuada.
-
De acuerdo a la ubicación del accidente, pon los conos de seguridad a una distancia prudente para alertar a los demás vehículos sobre la situación y evitar otros accidentes.
-
De acuerdo a la gravedad de la situación, llama a la línea de emergencias (123) o a la policía de tránsito y transporte (#767). Seguidamente, llama a tu aseguradora. Es muy importante que hasta que lleguen las autoridades de tránsito, no muevas ninguno de los dos vehículos. Esto porque esta es la única manera que las autoridades realicen el croquis y puedan saber realmente qué fue lo que sucedió. Solicita una copia de este documento una vez finalizado.
-
Intercambia datos con los de más implicados en el accidente. Así mismo, consigue la información de contacto de personas que hayan presenciados los hechos (testigos) quienes te podrían ayudar durante futuras audiencias.
-
Una vez lleguen las autoridades, entrégales los documentos necesarios, tales como SOAT, Revisión Técnico Mecánica, Tarjeta de propiedad y Licencia de conducción. Asegúrate siempre que todos estos documentos estén al día y que tengas a la mano los originales.
- Cuando le estés contando a las autoridades lo sucedido, no asumas responsabilidades, cuenta objetivamente los hechos. Recuerda que son las mismas autoridades quienes determinan la responsabilidad de lo sucedido, no los implicados.
-
En caso que haya heridos graves, es posible que los vehículos implicados sean llevados a la fiscalía y que a los conductores se les realice una prueba de alcoholemia.
Finalmente recuerda mantener la serenidad durante todo este proceso. Evidentemente no es una situación a la cual estás acostumbrado, pero el afán y estrés solo puede hacer todo más grave de lo que realmente puede ser.
